martes, 8 de abril de 2014

Desde el Taj Mahal al Templo Dorado

India es un pais muy grande, lo que hace que cada lugar que visites sea diferente del otro, no solo por los rasgos fisicos, vestimenta, forma de ser de la gente, costumbres y tradiciones si no tambien por la arquitectura de las ciudades. Ademas de que si bien el hinduismo es la religion mas seguida, tambien hay mucha poblacion musulmana, sikh, cristiana y hasta judia.

Aunque yo solo llegue a conocer Mumbai y el norte del pais, pude ver esas diferencias, como las que vi al ir a Amritsar, ciudad poblada mayoritariamente por seguidores de la religion Sikh con  sus coloridos turbantes, donde la gran atraccion es visitar el Templo Dorado y  el comedor gratuito que llegan a alimentar en un dia a miles y miles de personas.

El templo dorado de noche, se encuentra en medio de una piscina gigante

Un sikh sentado al borde de la piscina, visitar el templo al igual que bañarse en la piscina es sagrado para ellos
Los turbantes que usan para cubrir su larga cabellera son alucinantes
La religion Sikh para hacerselas cortita se formo hace como 400 años por una fusion entre el hinduismo y el islam, esa fusion se ve claramante en las tradiciones de los sikh e incluso vi influencia cristiana en alguna de ellas.

Aca en el comedor junto a 400 personas  esperando que me sirvan la comida

Dando una mano en la cocina mas grande en la que he estado
Haciendo chapati, el pan tipico de India. Hay centenares de voluntarios trabajando tanto en la cocina como sirviendo la comida.


Otro lugar que me sorpendio fue Agra, muy conocida por ser la ciudad del
Taj Mahal (que bien vale su fama!), topandome  con que un gran porcentaje de la poblacion es musulman y con sus angostas callecitas caracteristico de su arquitectura.
El Taj Mahal al amanecer impacta ya desde lejos, construido en marmol blanco y decorado con piedras preciosas en el 1600 por un emperador Mogol en honor a la muerte de su 3ra esposa (como buen musulman tenia mas de una).
Valio la pena madrugar
Robando foto para una postal
A la entrada del Taj un señor me da la bienvenida, tanto de cerca como adentro no desepciona, simplemente hermoso

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